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HABILIDAD PARA INTEGRAR CONOCIMIENTOS Y ACEPTACIÓN DEL ALUMNADO
Resumir puntos importantes, resaltar conceptos fundamentales y enlazar conocimientos con precisión es una de las principales habilidades que debe poseer un/a formador.
Capacidad de planificación, organización, análisis y gestión:
La acción formativa debe estar perfectamente estructurada para la correcta adquisición de conocimientos por parte de los alumnos.
Habilidad para saber motivar:
Debemos ser capaces de lograr el nivel de atención suficiente por parte del alumnado, así como crear interés por el tema tratado.
Dentro de esta habilidad, el/la formador debe ser capaz de utilizar estímulos y saber variarlos en función de las necesidades detectadas, ya sea mediante cambio de actividades, haciendo movimientos o favoreciendo interacciones.
Habilidad para usar indicaciones no verbales:
Gestos faciales, gestos corporales, expresiones con las manos, usos del silencio, etc… son fundamentales dentro del savoir faire del formador.
Aceptar al alumnado (satisfacción o insatisfacción):
El alumnado es el que es, no lo podemos cambiar, para bien o para mal; debemos aceptarlo y amoldarnos al mismo de manera que saquemos el máximo rendimiento posible a sus cualidades, aptitudes y características.
Sensibilidad, Flexibilidad, Cordialidad, Tolerancia, Amabilidad, Simpatía, Empatía, Comprensión, Sentido del humor:
Son cualidades básicas que hay que poner de manifiesto en la profesión de formador.
No debemos olvidar que el alumnado está compuesto por personas con sus características individuales y particulares, y por lo tanto debemos tratar de poner en práctica estas cualidades citadas para beneficio del grupo, pero también para el beneficio individual del alumno.
Entusiasmo para realizar la tarea docente:
La tarea docente puede ser bastante dura y desagradable si no se tiene entusiasmo e ilusión para desarrollarla, es fundamental sentirse atraído por esta profesión para lograr un correcto desempeño laboral, en caso contrario es muy probable que el desempeño no sea el más correcto ni tenga la calidad mínima exigible.
Auto control:
Debemos tener control sobre nuestras emociones y estados de ánimo que puedan surgir en el aula.
No debemos dejarnos llevar por la euforia, ni tampoco por el desánimo; así como debemos controlar nuestras emociones frente a la actitud del alumnado, ya sea positiva o negativa, impidiendo que nuestra actuación frente a éste se vea condicionada.
Saber aceptar las críticas provenientes del alumnado:
Algunas veces el alumnado nos hará saber que no está de acuerdo con nuestros métodos de enseñanza, es importante admitir esa divergencia de opiniones y saber asumirlas y adquirirlas como propias, de manera que podamos analizarlas y aprender de los posibles errores cometidos, para mejorar en nuestro desempeño futuro.
Madurez emocional, Fortaleza y Tenacidad:
La madurez emocional es fundamental para el/la formador.
Hay que ser lo suficientemente fuerte y maduro como para no vernos afectados por las circunstancias propias de un aula.
No nos pueden afectar los gestos que veamos en el alumnado, comentarios que oigamos o actitudes que percibamos; debemos estar por encima de todo ello y tener la suficiente personalidad como para que no nos afecte y seguir con nuestro desempeño.
Estilos docentes
Democrático
Esto favorece la participación del alumnado, que se implica de una manera activa en las actividades de clase.
El ser democrático no implica que el proceso de enseñanza-aprendizaje se va a regir por lo que la mayoría quiera, el/la formador/a pondrá límites y mantendrá su autoridad en todo momento.
Ventajas:
El alumnado participa de una manera activa, lo que le hace consciente de su proceso de aprendizaje, al que llega por sí mismo, mediante una alta participación en las actividades y trabajos de clase, fruto de la alta motivación y sentimiento de protagonismo que adquieren.
Inconvenientes:
Este estilo de enseñanza requiere su tiempo en el aula, por lo que el desarrollo de las clases será más lento y las tareas se realizarán de una manera más lenta.
Autoritario: Se caracteriza por tomar sólo las decisiones, sin tener en cuenta la opinión del grupo.
Asigna a cada persona del grupo las tareas que debe realizar, organizando y distribuyendo en función de criterios propios las mismas.
No forma parte de las actividades que se realizan en el aula, permanece distante, dirige sin participar y suele evaluar de forma individual.
Ventajas:
Debido a su autoritarismo y estructuración cerrada suele conseguir una mayor dedicación del alumnado en clase, evitando dudas e interacción formador/a-alumno.
Es el estilo ideal para los/as alumnos/as sumisos/as; pues todo el trabajo está dirigido y no tienen que tomar decisiones por sí solos.
Inconvenientes:
El alumnado no avanza hacia la autosuficiencia en el saber, no aprende a tomar decisiones y en cierto modo, se crea una relación de dependencia que se pondrá de manifiesto en el momento que se enfrenten a otro estilo docente, creando inseguridad y desconcierto.
Si el alumnado no es sumiso, se creará una desmotivación que se traducirá en una falta de motivación y el posterior fracaso.
Laissex faiere: La principal característica es la falta de participación del/ de la formador/a, que tiende a apartarse lo máximo posible, dejando que sea el grupo el que dirija el proceso de aprendizaje e interviniendo solo cuando se le requiere.
Ventajas:
El alumnado deberá asumir responsabilidades en su proceso de aprendizaje, si bien fomentará que los alumnos más aventajados demuestren su creatividad y sobre salgan respecto al resto del grupo.
Potenciará también el aspecto lúdico del aprendizaje.
Inconvenientes:
Los alumnos que sobre salgan tenderán a experimentar tensiones y conflictos entre ellos/as por el rol de líder del grupo.
Es probable que el resto del alumnado se sienta desmotivado, insatisfecho y desorientado, lo que motivará que los logros que se consigan sean bajos.