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                              LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA
                               
                              Encontramos en algunos alumnos diferentes problemas frente a la conducta correcta. Nosotros como docentes debemos saber de dónde proviene el problema, cual es su origen, y qué medidas podemos aplicar, ya que con eso vamos a intentar que nuestros alumnos confíen en sí mismos y en nosotros, consiguiendo ventajas inigualables, que le harán trabajar y actuar de una manera correcta.
                              Normalmente muchos de estos problemas provienen de casa, es decir, llegan con ellos a la escuela, y suelen ser los siguientes:
                              No obedecen a sus padres y profesores.
                              Los conflictos con los demás alumnos suelen ser frecuentes.
                              Tendencia a un carácter agresivo.
                              No suele realizar las actividades diarias.
                              Debemos de saber que la disciplina debemos de llevarla a la práctica, pero de una manera sosegada, ya que vamos a intentar que el alumno se sienta identificado con los que se está realizando en el aula, y que tenga conciencia de lo que está realizando, y el por qué de las cosas. Esta sería una buena manera de empezar a erradicar el problema. A continuación vamos a destacar una serie de actos disciplinarios, para intentar certificar lo dicho anteriormente:
                              Corregir conductas peligrosas, dándole explicaciones de por qué debe ser de una manera y no de otra.
                              El razonamiento debe ser una pieza clave.
                              Como maestros debemos de evitar las amenazas, para conseguir el objetivo.
                              El niño debe tener conciencia de lo que está haciendo.
                              Debemos de intentar que muestre atención por lo que están aprendiendo.
                              Sería importante que muchas de las conductas que trabajamos en la escuela, sean trasladadas al ámbito familiar, para certificar y grabar la conducta trabajada. Si no es así, será más difícil llegar a conseguirlo.
                              
                               
                              
                              
                              Conductas en el aula
                              Muchas de las conductas que realizan nuestros alumnos en clase, tienen como único objetivo, el llamar la atención del maestro, y así conseguir su propósito. Debemos de tener presente que es lo que va buscando el alumno, sus preocupaciones, sus intereses, motivaciones, etc., con la intención de adaptarnos a sus carencias y necesidades.
                              Es curioso, pero el alumno sabe, cuando un maestro o profesor, es nuevo dentro de la docencia, ya que puede ser que se le noten muchas carencias y no sepa actuar como un docente, con muchos años de experiencia. Por lo tanto debemos saber que el alumno nos va a poner a prueba e intentará que le sigamos la corriente, para así conseguir su objetivo. Para tratar de erradicar esto desde la raíz, el maestro con poca experiencia debe realizar un estudio a fondo del caso, a través de libros, propuestas, información que nos proporcione otros docentes y nos ayude a mejorar como maestros. Gracias a nuestras ganas de mejorar y aprender acerca de cómo solucionar los distintos comportamientos de nuestros alumnos en clase, haremos de nuestra educación una bonita herramienta para trabajar en la sociedad.
                              Los conductistas siempre tenían unas condiciones universales para todos nuestros alumnos, como:
                              Cualquier conducta se puede describir.
                              La conducta se aprender a través de la observación.
                              La conducta con un buen respaldo del maestro, se realizará más veces que la que no tenga ese respaldo del profesor.
                              Si queremos cambiar una conducta nefasta en el niño, debemos de cambiar la forma de premiarle.
                              El conductismo nos dice, que tenemos que tener en cuenta el contexto en el cual se desarrolla la conducta, ya que el niño cuando aprende esa conducta adecuada para un determinado momento y situación, puede ser que esa misma conducta propicia no sea la más necesaria para utilizarla en otro momento distinto. Cada momento requiere de un comportamiento diferente, y así lo deben entender nuestros alumnos.
                              Implicaciones del profesor
                              El maestro debe de tener en cuenta, el contexto o lugar en el cual el niño desarrolla esa actitud, sus consecuencias más inmediatas y la propia conducta de éste. Conociendo estos tres factores, podemos entender con mucha más nitidez, lo que está ocurriendo realmente, el por qué, el cómo y cuáles son las estrategias que vamos a utilizar.
                              Para todo esto, debemos de hacernos con una tabla o anecdotario, para plasmar lo que está ocurriendo, y no nos vale solo con apuntar si es hablador o si distrae la atención de la clase.
                              Esta lista, llevará datos detallados de la conducta y junto a ella, cada una de las respuestas que da el profesor ante esa situación que el niño nos ha ofrecido. Con ello vamos buscar la comparación, y observaremos sí, la respuesta que estábamos ofreciendo a nuestros alumnos era más adecuada o no.
                              Una vez terminado el anecdotario, el profesor estudiará el caso, para así abordar las conclusiones y poner fin, de una manera adecuada o sosegada a esa conducta que ha perjudicado al niño.
                              Estas herramientas nos ayudan a mejorar como docente y hacer de la educación un elemento indispensable de trabajo.
                              Recompensas y castigos
                              Una vez analizado todo esto, debemos de conocer la recompensa y el castigo, la recompensa, es algo deseado por la persona y el castigo sería algo indeseable.
                              Por lo tanto sabemos que las conductas deseadas son premiadas y como consecuencia son más arraigadas, y las que tienen un castigo tienen a desaparecer o a disminuirse en menor medida.
                              La recompensa más importante que debemos de aprovechar, es la cotidiana, como el calor humano, el acercamiento, el cariño, el tener buenas sensaciones con la persona con la que se está, tener una buena predisposición ante cualquier actividad, en cambio cualquier castigo, seria la negación de todo lo anteriormente dicho, ya que el placer que encuentra en ellos es muy bajo o nulo.
                              La conducta esta siendo un punto importante de trabajo dentro de la educación. Los niños que son víctimas de cualquier tipo de violencia, ya sean de naturaleza verbal, física o emocional, a la larga suelen tener algún tipo de problema social o de relación con los demás compañeros, de falta de confianza en sí mismo y sobre todo de pérdida de autoestima.
                              Si no controlamos estos problemas a tiempo, puede que desemboquen en el fracaso escolar, el rechazo a la escuela e incluso a la comunicación entre compañeros.
                              Para los profesores la disciplina no debe ser una imposición, sino un reto.