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TEMA 3
RATIO DE SOLVENCIA O DE LIQUIDEZ A MEDIO PLAZO
Relaciona el Activo circulante con el Pasivo Circulante. También se denomina distancia a la suspensión de pagos. Un valor inferior a la unidad indica que no existe suficiente realizable inmediato para afrontar las deudas con vencimiento a corto plazo. Es interesante analizar este ratio en relación al Fondo de Maniobra, puesto que ambos analizan las mismas magnitudes, un Fondo de Maniobra positivo indica siempre un ratio de solvencia superior a uno.
RATIO DE LIQUIDEZ A CORTO PLAZO O TEST ÁCIDO
Se calcula igual que el anterior pero eliminando del numerador las partidas de existencias, que son las menos líquidas dentro del Activo Circulante. Se trata, por tanto, de determinar la porción de deudas a corto plazo que podrían ser satisfechas de forma inmediata. En este caso no existe un valor de referencia, ya que si es demasiado bajo indica riesgo de no poder hacer frente a las deudas, pero si es demasiado alto indica que la empresa tiene muchos recursos en forma de dinero y de deudas pendientes de cobro, los cuales no se están rentabilizando.
RATIO DE TESORERÍA
Se calcula igual que el anterior, restando en el numerador las deudas pendientes de clientes, es decir, se compara el total de deudas a corto plazo con la liquidez inmediata (dinero en caja y en bancos). Al igual que en el caso anterior tampoco podemos esperar obtener un valor alto, todo lo contrario, lo normal es que este ratio nos de un valor muy bajo. Un valor alto (por encima de uno), indica que la empresa cuenta con un excedente de tesorería, lo cual supone un coste de oportunidad, porque se está dejando de invertir ese dinero en la empresa y en el banco no es productivo.

Endeudamiento
El desarrollo continuado y estable de la actividad empresarial exige, cierta proporcionalidad entre las fuentes de financiación propias y ajenas. El endeudamiento de la empresa suele medirse a través de un ratio.
RATIO DE ENDEUDAMIENTO
Se calcula como el cociente entre los fondos ajenos y los propios. Se utiliza como indicador del riesgo de los acreedores. En general, lo recomendable es acudir a financiación externa lo menos posible, pero esta afirmación admite muchos matices. (...)
(...) Es cierto que la financiación propia (ya sea a través de ampliaciones de capital o de reinversión de beneficios), es la más barata puesto que no tiene los costes financieros asociados a un préstamo, y la más cómoda, puesto que no tiene un plazo de vencimiento.
Sin embargo, no siempre es posible recurrir a este tipo de financiación, en muchas ocasiones los accionistas no están dispuestos a aportar más capital y tampoco desean renunciar a su porcentaje de beneficios para reinvertirlos en la sociedad.(...)
(...) Por eso, a veces es necesario acudir a financiación externa y asumir algunos riesgos para poder realizar inversiones que incrementen la rentabilidad de la compañía.